HOY en #UniversoMeninas.... entrevista con Ksenjija Bilbija, que acaba de volver a la Universidad de Wisconsin-Madison después de una estancia en Madrid....
1.
Ksenjija Bilbija es....
Soy Profesora de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Wisconsin-Madison. Entre 2007-2012 dirigió el programa de Estudios Latinoamericanos, Caribeños e Ibéricos, y entre 2000-2005 dirigió la revista Letras Femeninas. Publicó Cuerpos textuales: metáforas de la génesis narrativa en la literatura latinoamericana del siglo XX (Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar, Berkeley, 2001), Yo soy trampa: Ensayos sobre la obra de Luisa Valenzuela (Feminaria, Buenos Aires, 2003); coeditó The Art of Truth-Telling About Authoritarian Rule (Universidad de Wisconsin, 2005); Akademia Cartonera: A Primer of Latin American Cartonera Publishers / Un abc de las editoriales cartoneras en América Latina (Parallel Press, Madison, 2009) y Accounting for Violence: Marketing Memory in Latin America (Duke University Press, 2012). Estoy orgullosa de trabajar en la universidad cuya biblioteca, gracias a la visión de Paloma Célis Carbajal, la bibliotecaria encargada de la colección hispana, alberga la colección más grande de libros cartoneros.
En el noveno
piso de la Biblioteca Memorial de la Universidad de Wisconsin-Madison, en la
sección designada a los libros raros, especiales, junto con las Biblias y otros
textos sagrados de los siglos anteriores, están unos 360 volúmenes hechos de
cartón sacado de la basura de alguna urbe latinoamericana. Todos únicos,
como son únicos los lectores que los leen, con tapas pintadas a mano y los
lomos que no indican ni el nombre del autor, ni el título de la obra. Estos
volúmenes se rebelan al orden bibliotecario que requiere que los libros nunca
muestren sus caras. Irónicamente, esta biblioteca es el único lugar en el
mundo donde están juntos los ejemplares de Brasil, Argentina, Bolivia,
Paraguay, México, Perú y Chile. Son objetos que escaparon del destino de
convertirse en basura; también del destino de ser transformados en la
pasta de la que se produciría el papel reciclado.
2. ¿Qué te
atrajo del movimiento cartonero y cómo se convirtió en objeto de tu estudio?
Al principio me
atrajo la curiosidad. En el otoño del 2004 enseñaba un seminario sobre el
poder de la lengua. Un estudiante me propuso escribir su ensayo final sobre
Eloísa Cartonera. Me dijo que una amiga le había traído un libro
cartonero de Buenos Aires y quería explorarlo. Yo no sabía nada sobre el tema
pero de repente tenía en la mano un libro que tenía todas las características
del libro pero también algo más. Ese algo más es lo que todavía estoy
tratando de capturar en las palabras de los ensayos y libros que escribo sobre
los libros cartoneros. Es huidizo.
3. ¿Qué
relevancia le ves al movimiento cartonero en Latinoamérica? ¿Qué futuro le ves?
-Las
editoriales cartoneras están abriendo una vía nueva en la producción y creación
de libros. Cada cartonera nueva que surge luce su diferencia manteniendo la
idea básica: publicar libros más allá de los bestsellers, abrir pautas nuevas a
la imaginación creadora y fomentar comunidades. Los libros cartoneros se
producen a precio de costo, así que no generan dinero; no acumulan el capital
sino nuevos lectores. La expansión de la industria editorial
latinoamericana en las últimas décadas neo-liberales no ha sido acompañada por
el incremento de nuevos lectores. Gracias al marketing y la publicidad,
se han encontrado los nichos dentro del público que ya estaba dispuesto a
comprar libros. Sin embargo, las editoriales cartoneras crean nuevos
lectores a través de la alfabetización, democratización y otros métodos de
acercar el libro a los que no pueden obtenerlo por su excesivo precio.
4. ¿Cómo
conociste a Meninas Cartoneras? ¿Crees que la experiencia de este tipo de
editoriales puede sobrevivir en Europa, aún en este contexto de crisis?
-Me enteré de
Meninas cartoneras a través de mi investigación sobre la transmisión de la idea
cartonera en España. Y no hay ninguna razón para verlas como distintas de las
argentinas, chilenas, peruanas o puertorriqueñas. Tanto Meninas Cartoneras como
otra cartonera española, la segoviana Aida Cartonera, tienen un proyecto tanto
comunitario como literario muy único. ¡Claro que pueden sobrevivir en la época
de crisis! La idea original ha nacido como un producto de crisis económica
argentina en 2001 y el número sigue aumentando…No solo que siguen sobreviviendo
sino inspiran a otros a encontrarles nuevas maneras de ser y nuevas ropas para
vestir!
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