12 julio 2014

De cómo Meninas conoció a Fundación Manantial....



Y nos conocimos. Fue flechazo a primera vista. La verdad es que para Meninas Cartoneras, conocer el proyecto de Fundación Mananantial y en especial los talleres del Centro de Atención Social de Fuenlabrada fue un amor  a primera vista. Uno de los pocos lugares hoy por hoy en que se escuchan los proyectos, se analizan las ideas, se dan posibilidades, en definitiva, se puede soñar.

Pero también trabajar. Nunca el sueño fue más  productivo. Nunca las ideas tuvieron más terreno fértil. Y no  hablo del de una sala acomodada  en el corazón modernillo de la ciudad de Madrid. ¿Cuál es el mérito de que te vengan ideas buenas ahí? El mérito es que ese terreno fértil que se puede ver en los proyectos del centro de Fuenlabrada, está abonado con la superación, con el caerse y levantarse de nuevo, está sembrado de gente que quiere quitarse el cartel de "diagnosticados",  que quiere aprender un oficio no impuesto, sino aprender a trabajar con todo lo que eso conlleva: con sus responsabilidades, con sus obligaciones, pero también con el entorno que eso significa, con la voluntad de pertenecer a un equipo y juntos superar la adversidad. Eso es lo que he visto estos meses, en el Centro de Atención Social de Fuenlabrada, donde desde octubre,  las personas que acuden allí, nos ayudan a elaborar nuestros humildes libros cartoneros, con el humilde cartón recogido pues, de los pequeños comercios que  mueven Fuenlabrada a salir adelante en tiempos difíciles.

Desde nuestra creación en 2009, buscábamos un componente social  en nuestro proyecto y dar con la Fundación Manantial, sus gentes, su ambiente, su proyecto es creo, lo mejor que nos ha pasado, y lo que hoy por hoy permite que proyectos como el que estamos tramando "Hilos de locura", permitan que hablar de "arte y locura", de " literatura y locura", de "poesía y locura", sea un asunto compartido: de locos y de cuerdos.